En la actualidad, los frenos de mano siguen siendo un componente fundamental en el diseño de los vehículos y se usan principalmente para bloquear de forma segura el vehículo en la posición de aparcamiento. Sin embargo, se trata de una medida de seguridad que, con frecuencia, muchos conductores pasan por alto y puede dar como resultado una negligencia de un gran impacto y coste, ya que puede causar daños materiales, poner en riesgo vidas y traducirse en un tiempo de inactividad no deseado para su flota. Los conductores deben usar siempre el freno de mano para bloquear el vehículo de forma segura en su posición. Es un hábito importante que hay que desarrollar.
Para evitar los casos innecesarios en los que el vehículo se desplace solo, y pueda causar daños graves, ponga siempre el freno de mano, todas y cada una de las veces que abandone el asiento del conductor.
El freno de mano no tiene valor únicamente cuando el vehículo está aparcado, también puede ser una función esencial de seguridad cuando el vehículo tenga que detenerse en una pendiente ascendente o cuando esté esperando en una intersección.